Hoy quisiera compartir una experiencia educativa en la que se utilizó el concepto de “signo” como eje central para abordar una lección sobre los Alpes Italianos con mis alumnos, niños de 5 a 11 años, que viven en la Ciudad de México. En la enseñanza, un “signo” puede entenderse como un elemento concreto que nos remite a algo más allá de su apariencia inmediata. Por ejemplo, una huella en la nieve es un signo que nos habla de la presencia de un ser, aunque no lo veamos directamente. Este enfoque no solo facilita la comprensión, sino que también abre un espacio para la reflexión y el pensamiento crítico, algo fundamental en el aprendizaje de los estudiantes.
Se inició la lección presentando a los Alpes Italianos no solo como un conjunto de montañas, sino como un signo geográfico que encierra múltiples significados. Estas montañas, parte de una cadena que abarca varios países europeos, actúan como símbolos de la relación entre la naturaleza y el ser humano, entre lo finito y lo infinito, para que los niños se puedan acercar al sentido del Misterio, de algo que los rebasa. Los picos elevados, el clima riguroso y la fauna autóctona son elementos concretos, pero a través de ellos los estudiantes pueden acceder a nociones más abstractas, como la resistencia, la adaptación y la interacción entre el entorno natural y las comunidades humanas.
En la clase se les explicó que los Alpes en sí son una poderosa representación de los signos en la naturaleza. Por un lado, sus picos nevados, como el Monte Blanco, nos hablan de la majestuosidad y la antigüedad de la Tierra. Por otro lado, la flora y fauna que habitan estos paisajes, como el íbice y la marmota, nos muestran cómo la vida se adapta a las condiciones más extremas. Más allá de sus características físicas, los Alpes también son signos culturales. Los pueblos alpinos y sus festividades tradicionales, por ejemplo, revelan una profunda interrelación entre los habitantes y su entorno, y nos permiten reflexionar sobre el modo en que la geografía influye en la vida cultural y social. Como ejemplo se habló del Passo del Tonale, para que pudieran ver los lugares concretos a través de las fotografías.
Actividad en el aula: una aproximación a los signos en los Alpes
Durante la clase, propuse una actividad interactiva que buscaba no solo transmitir información factual, sino que también permitiera a los estudiantes reflexionar sobre el significado de los signos en la geografía y la cultura. A través de un juego de preguntas, los niños debían relacionar los datos aprendidos con el concepto de signo:
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- ¿Cuál es el pico más alto de los Alpes Italianos? – El Monte Blanco no es solo una cifra de altitud, sino un símbolo de extensión a lo infinito, a lo que no se ve, un signo de fuerzas misteriosas y naturales que modelan el paisaje.
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- Nombra un animal que habite en los Alpes. – El íbice y la marmota, más que simples habitantes de la fauna local, representan la adaptación y la coexistencia en un entorno que exige resiliencia.
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- ¿Qué deportes se practican en los Alpes? – Las actividades deportivas como el esquí y el senderismo no solo son una forma de interacción humana con el entorno, sino un signo de la manera en que la naturaleza invita al ser humano a explorarla, conocerla y cuidar la realidad.
Para concluir la clase de una manera creativa, realizamos un experimento con colores a agua para recrear un arcoíris, que se presentó como un signo visual que aparece en los Alpes después de una tormenta. Este arcoíris no solo sirvió para reforzar el aprendizaje sobre los fenómenos naturales, sino también como una representación simbólica de la esperanza y el equilibrio que la naturaleza puede ofrecer. Los estudiantes mezclaron los colores, observando cómo cada tonalidad individual, al unirse, generaba un espectro de luz más complejo y bello. Este experimento fue una manera tangible y artística de mostrar cómo los signos en la naturaleza son algo más que fenómenos físicos; son símbolos que evocan reflexión y comprensión más profunda.
Esta experiencia no solo reforzó la adquisición de conocimientos geográficos, sino que también les permitió a los estudiantes reflexionar sobre el significado subyacente de lo que aprendieron. El uso del signo como herramienta pedagógica ofrece una forma rica y multidimensional de explorar el mundo, invitando a los estudiantes a desarrollar una visión más crítica y significativa del entorno.
Es importante reflexionar sobre cómo incorporar el concepto de signo en sus propias lecciones, ayudando a los estudiantes a no quedarse en lo superficial, sino a comprender las múltiples capas de significado que pueden encontrar en su aprendizaje diario.
Tania Severi
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